Todos los lugares de gran interés tienen uno o dos asteriscos. Si un lugar no tiene ningún asterisco significa que es interesante aunque prescindible.

IMPRESCINDIBLE **
MUY INTERESANTE *
INTERESANTE (sin asterisco)



BULGUR PALAS

El Bulgur Palas es una antigua mansión de ladrillo y piedra principalmente, aunque con cemento y acero también. Hay un gran muro que rodea toda la propiedad. El edificio en sí tiene una torre y consta de cinco pisos. En cierta forma su aspecto es el de un castillo del siglo XIX. Fue construido a principios del siglo XX para Mehmet Habib Bey, un diputado del Parlamento otomano de antes de la I Guerra Mundial. Estuvo abandonado durante años. Finalmente, fue adquirido por el municipio y ahora está en proceso de renovación y restauración. Cuando terminen las obras, se convertirá en centro cultural.

Fui a visitarlo el 21 de diciembre de 2023. Está situado en la Séptima Colina, muy cerca de la Mezquita de Cerrah Mehmet Paşa y de lo que queda de la Columna de Arcadio, en una pequeña calle llamada Kargı Sokağı, justo enfrente de una escuela de primaria. Lo encontré enseguida pero pensé que no se podía entrar porque la puerta del complejo estaba cerrada. Me iba a ir ya y, en el último momento, empujé la puerta y se abrió. Había unos hombres trabajando y les pregunté si se podía entrar. Me contestaron que sí, que sin problema.

Por dentro el edificio estaba todo en obras, con lo cual me quedé en el umbral de una de las puertas y no pasé. Preferí andar por el exterior. 

Como se encuentra al borde de la colina, la propiedad está a dos niveles; el más alto lo ocupa la mansión. Las vistas de la ciudad y del Mar de Mármara desde allí son muy buenas. Sólo por ello habría valido la pena.

BÜYÜK VALİDE HANI

El día 24 de diciembre de 2022, tras visitar el Gran Bazar, dediqué una buena parte de la mañana a visitar los antiguos caravanserais de la zona que se extiende hasta el Cuerno de Oro. Primero estuve en Kürkçü Hanı, después en Küçük Yeni Han y finalmente en Büyük Yeni Han, el más grande de los tres. Muy cerca de los dos últimos se encuentra Büyük Valide Hanı, el mayor caranvanserai/han de Estambul y el más interesante de todos. 

En el número 31 de la calle Çakmakçılar Yokuşu, sobre un arco de piedra, rodeado de tiendas y artículos, se pueden ver unas letras doradas que indican que por ahí se entra. Sobre el arco y la estructura de piedra cuelgan unos matacanes que sostienen una habitación con dos ventanas con enrejado. Todo ello parece la entrada a un castillo medieval. Se pasa por el arco de entrada y se llega enseguida al primer patio, pequeño y de forma triangular. 

Un poco más allá está el gran patio principal, rodeado del edificio de dos plantas con zonas abovedadas.  En época otomana, los camellos y demás animales se dejaban en la planta baja y los comerciantes dormían en la segunda planta. Actualmente contiene todo tipo de tiendas y negocios. No está en muy buenas condiciones pero está repleto de vida y es realmente enorme. Además mantiene la misma estructura que siglos atrás cuando se creó. 

En el centro del gran patio hay una mezquita no muy antigua y fea, al menos por fuera. Pertenece a la comunidad chiita de origen iraní de Estambul.

Hay todavía un tercer patio al que se accede por un pasaje abovedado muy oscuro. Este último patio está en muy mal estado. Al fondo hay una antigua torre bizantina, la llamada Torre de Irene, a la que no no se puede entrar. De todas formas he leído que no hay nada que merezca mucho la pena dentro.

Este han fue mandado construir en 1651 por Kösem, favorita de Ahmet I y madre de los sultanes Murat IV e Ibrahim. Kösem, regente tres veces, es considerada como una de las mujeres más poderosas de la Historia del Imperio Otomano. Antes de construir el caravanserai, en este lugar estuvo situado el Palacio de Cerrah Mehmed Pasha, un Gran Vizir de Selim II.

KÜÇÜK YENI HAN Y BÜYÜK YENI HAN

El día 24 diciembre de 2022 estuve recorriendo la zona entre el Gran Bazar y el Cuerno de Oro. Me centré especialmente en los caravanserais o hans de época otomana. Dos de los que visité tienen prácticamente el mismo nombre, fueron construidos en la misma época y están muy cerca uno de otro.

Uno de ellos es el Küçük Yeni Han o Nuevo Pequeño Han, en español. Se encuentra entre las calles Tarakçılar Caddesi, Çakmakçılar Yokuşu y Sandalyeciler Sokağı. Fue construido en el siglo XVIII en piedra y ladrillo por orden del Sultán Mustafa III y, como su nombre indica, es bastante pequeño en comparación con los demás de la zona. Además no es muy interesante por dentro; parece como si hubieran dejado las paredes del siglo XVIII por fuera y hubieran rehecho el interior de manera pragmática y con muy poco gusto. Lo más destacable de este han es
la mezquita, que está construida en el tejado del edificio.

El otro han, el Büyük Yeni Han o Nuevo Gran Han, está situado entre las calles Çakmakçılar Yokuşu, Sandalyeciler Sokağı y Çarkçılar Sokağı, en la manzana de al lado de Küçük Yeni Han. Al igual que éste, fue construido por Mustafa III en piedra y ladrillo pero es mucho más grande que el anterior. De hecho es el más grande de Estambul después del llamado Büyük Valide Hanı. 

Tiene tres pisos y dos patios, uno de ellos larguísimo. Es bastante más interesante por dentro que el anterior y ha mantenido más o menos la estructura original, a pesar de algunos cambios no muy afortunados durante el siglo XIX.

Cuando se construyó albergaba muchas tiendas de prestamistas de dinero, que siglos después pasarían a otros lugares.

Tras la Primera Guerra Mundial, Estambul fue ocupada por los Aliados hasta que Atatürk se hizo con el poder y reconquistó la ciudad. El Büyük Yeni Han fue el cuartel general de estas fuerzas aliadas de ocupación durante un tiempo.



MADRASA DE RÜSTEM PAŞA

El día 24 de diciembre de 2022 estuve callejeando por el area comprendida entre el Gran Bazar y el Cuerno de Oro. Uno de los edificios más interesantes que visité fue la Madrasa de Rüstem Paşa, que tiene su entrada en la pequeña calle Rüstem Paşa Caddesi. Está cerca de la zona de tiendas, bazares, antiguos caravanserais y del barullo continuo de compradores, vendedores, visitantes, turistas, etc., pero, en realidad, parece que esté muy lejos de todo lo anterior: rebosa tranquilidad y no hay apenas nadie (al menos mientras estuve yo allí).

Fue mandada construir por Rüstem Paşa, Gran Visir del Sultán Solimán el Magnífico. Al igual que en la maravillosa Mezquita de Rüstem Paşa, éste eligió una vez más como arquitecto al mejor de su época, al Maestro Sinan. Se terminaron las obras en 1550. 

Se entra por una puerta de madera situada en medio de un portal de piedra blanca, con arcos apuntados, que sobresale del muro. Llamé al timbre para entrar pero no abría nadie, por lo que empujé la puerta y accedí a un espacio cuadrado con una bóveda en el techo. Es decir, la puerta se encuentra en un espacio de planta cuadrada pero de altura tiene forma rectangular. Es como una caja de zapatos que sobresale del muro principal. A su vez, todo el edificio es un cuadrado casi perfecto dentro del cual hay un patio de forma octogonal rodeado de arcadas con columnas de mármol blanco, todas ellas redondas excepto las de las esquinas que son cuadradas. Sobre las arcadas hay cupulitas, tantas como arcos. En el centro del patio hay un pequeño şadırvan (una fuente de abluciones) de forma también octogonal, coronado con un cono de ocho lados. Más allá de las arcadas están las celdas de los antiguos estudiantes de la madrasa.

Al llegar al patio, se acercó el encargado y me dijo que podía hacer fotos y visitar un pequeño museo que está situado dentro de una de las celdas de la madrasa, el Museo Bediüzzaman, dedicado al teólogo musulmán sunní kurdo Said Nursî

Permanecí un rato disfrutando del patio, las arcadas y las celdas. Para terminar, entré en el museo y, al salir de la madrasa, me di cuenta de que había un cartel en la puerta que decía que, para acceder al Museo Bediüzzaman, se tenía que llamar al timbre; al parecer no es necesario hacerlo para visitar todo lo demás.


KÜRKÇÜ HANI

El 24 de diciembre de 2022, por la mañana, tras visitar la Mezquita y la Tumba de Mahmut Paşa, anduve unos 10 minutos por unas calles repletas de gente y tiendas de todo tipo hasta llegar al antiguo han o caravanserai de Kürkçü Hanı (el Han de los Peleteros), el más antiguo de Estambul. 

Fue construido en 1467 por Mahmut Paşa, uno de los Gran Visires de Mehmet II,  y formaba parte del conjunto de edificios pertenecientes a la Mezquita de Mahmut Paşa. Las tiendas de este caravanserai pagaban una renta que se destinaba a sostener la mezquita.

Entré por Mahmut Paşa Yokuşu Sokağı nº 131, la puerta este. Dentro hay un patio amplio, cuadrado, con muchísimas tiendas y negocios. En el centro hay un edificio moderno de dos pisos que no tiene mucho que ver con el resto del caravanserai;  también aloja muchísimas tiendas. Parece ser que anteriormente hubo aquí una pequeña mezquita.

El patio está rodeado por dos pisos de galerías con arcos. Subí al segundo piso y estuve recorriendo parte de la galería, llena a rebosar de tiendas, de artículos de todo tipo, de telas, ropa, cacharros varios, etc. A veces casi no se podía pasar, e incluso algunos arcos estaban completamente tapados por tiendas y objetos que impedían que entrará la luz del sol. 

Hay otro patio al norte pero está prácticamente en ruinas. En realidad todo el conjunto, aunque lleno de vida, está algo deteriorado y da la sensación de que ha tenido momentos mejores.

En la parte oeste, detrás de Kürkçü Hanı, hay unos muros enormes que corresponden a otro caravanseray,  más grande que éste, el de Büyük Yeni Hanı.

MEZQUITA DE MAHMUT PAŞA

El 24 de diciembre de 2022, por la mañana, tras permanecer en el Gran Bazar un rato, salí por una de las puertas de la parte este, la Kılıçcılar Kapısı (la Puerta de los Fabricantes de Espadas) rumbo a la Mezquita de Mahmut Paşa. 

Se encuentra a unos 100-200 metros del Gran Bazar; se llega en unos minutos tras recorrer unas calles bastante estrechas y con muchas tiendas. 

La Mezquita de Mahmut Paşa fue construida en 1462, pocos años después de la Conquista de Constantinopla por los turcos en 1453. Es decir, que es una de las más antiguas de la ciudad. La mandó construir uno de los Grandes Visires del sultán Mehmet II el Conquistador, Mahmut Paşa. Mahmut era griego (probablemente descendiente de una de las familias bizantinas más importantes de los últimos siglos del Imperio Bizantino, los Angelos) y vivió de niño en Serbia hasta que fue capturado por los otomanos. Fue llevado a Edirne, la entonces capital otomana, fue convertido a la fuerza al Islam y educado como soldado de élite. Su buena relación con el futuro Mehmet II lo convertiría en Gran Visir pero también lo conduciría a la muerte, ordenada por Mehmet después de su segundo mandato.

Se sube por unas escaleras y se llega a un patio con una fuente de abluciones. En uno de los lados de este patio hay varias tiendas y, un poco más allá, se puede reconocer la Mezquita de Nuruosmaniye.

En medio del patio se encuentra la mezquita, perteneciente al estilo artístico llamado Bursa porque en Bursa, la primera capital otomana, están las mezquitas más señaladas de esta corriente. Es un estilo más bien sencillo y práctico, y precede a las mezquitas de estilo clásico de los siglos XVI y XVII. 

Hay un porche que da paso a una especie de narthex con varias cúpulas pequeñas. La nave central forma un rectángulo dividido en dos cuadrados separados por un arco. Cada cuadrado está coronado por un cúpula bastante grande. La decoración es bastante sencilla, con paredes blancas excepto en las partes superiores y en las cúpulas. Hay una gran alfombra roja que cubre el suelo.

No había nadie cuando entré. Salí pronto y di la vuelta al edificio. Justo detrás se encuentra un pequeño cementerio con la türbe o mausoleo de Mahmut Paşa. Es de forma octogonal, de mármol blanco, con dos líneas de ventanas y una cupulilla sin ventanas sobre el techo. Destaca sobre todo la decoración de la parte alta del edificio, con preciosos azulejos de Iznik, predominantemente de color blanco y azul, de formas circulares y geométricas. Esta türbe estaba cerrada.

ENTRE EL GRAN BAZAR Y EL CUERNO DE ORO

La mayor parte de los turistas que viajan a Estambul visitan la Plaza Beyazıt y el Gran Bazar, que está justo al lado. Creen que con eso ya han visto todo lo que vale la pena ver en esta parte de la ciudad. Sin embargo, para mí, la zona entre el Gran Bazar y el Cuerno de Oro tiene también mucha personalidad, mucha vida y mucho encanto, a pesar de que los edificios interesantes de la zona no siempre se encuentran en buen estado. Es como una prolongación del Gran Bazar, el "mercado cerrado", pero más al aire libre. No es un mercado cerrado sino un dédalo de calles y callejuelas laberínticas, cuesta arriba, cuesta abajo, con calles muy estrechas y otras más anchas, llenas de puestos callejeros, de tiendas, mercados y bazares en la calle o en antiguos caravanserais de época otomana, y algunos con estructuras anteriores. Hay también antiguos hamams (baños turcos), madrasas ( las antiguas escuelas musulmanas de enseñanza superior asociadas a ciertas mezquitas) y también, como no podría faltar, varias mezquitas, algunas interesantes y otras auténticas obras maestras como la Mezquita de Rüstem Paşa.

Había visitado varias veces la zona alrededor del Gran Bazar y también las calles cercanas al Cuerno de Oro y de los alrededores de la Plaza Eminönü. Había comprado algún cinturón de cuero, alguna cartera, baklavas y algún regalo para mi familia, pero nunca había permanecido allí mucho tiempo. Sin embargo,  el día 24 de diciembre de 2022, me propuse dedicar toda la mañana a deambular por buena parte de la zona y a empaparme del lugar. Para quien disfrute comprando, esta parte de Estambul debe de ser una experiencia única; y para aquellos como yo a quien interesa mucho más callejear y saborear el ambiente, la experiencia, aunque agotadora, es también enormemente interesante.

Tras permanecer un rato en el Gran Bazar, salí por una de las puertas de la parte este, la Kılıçcılar Kapısı (la Puerta de los Fabricantes de Espadas) rumbo a la Mezquita de Mahmud Paşa. Se encuentra a unos 100-200 metros del Gran Bazar; se llega en unos minutos tras recorrer unas calles bastante estrechas y con muchas tiendas. 

Al terminar mi visita a la Mezquita y a la Tumba de Mahmut Paşa, tomé la calle Küçük Yıldızhanı Sokağı y, poco después, bajé la calle Mahmut Paşa Yokuşu Sokağı hasta llegar al antiguo han o caravanserai llamado Kürkçü Hanı. Todo el recorrido desde la mezquita al han es un mercado continuo: hay innumerables tiendas, puestos callejeros de todo tipo y multitud de gente por todas partes. Me llevaría unos 10 minutos recorrer los escasos 400 o 500 metros que hay entre uno y otro lugar. 

Tras mi rápida visita al anterior caravanserai, intenté infructuosamente encontrar las ruinas de una cisterna o estructura bizantina que, según tenía entendido, se podía ver en la calle Cemal Nadir Sokağı. Pero me perdí y no supe llegar a esa calle. Encontré, en cambio, unos pequeños restos bizantinos al comienzo de la calle Hocahanı Sokağı, justo detrás de uno de los muros del jardín de un enorme y espectacular edificio muy lujoso y exótico, sede de un colegio privado para chicos.

Mi siguiente destino fue la antigua Madrasa de Rüstem Paşa, que está situada en la calle Rüstempaşa Sokağı nº 2, en una zona menos comercial ya que está un poco apartada del área de tiendas y caranvanserais. En una de las celdas de la madrasa se encuentra el Museo Bediüzzaman. Tras permanecer un rato dentro de la madrasa y del museo, me dirigí otra vez a la zona comercial con la idea de visitar tres antiguos caravanserais que están en manzanas contiguas,  el uno al lado del otro: el Küçük Yeni Han (Pequeño Nuevo Han), el Büyük Yeni Han (Gran Nuevo Han), y el Büyük Valide Hanı, el más grande de los tres y el mayor de Estambul.

Tras visitar el último, me dirigí hacia una de las entradas norte del Gran Bazar, que es el comienzo de una calle llamada Uzun Çarşı, que quiere decir mercado largo. Es una calle muy larga, como su nombre indica, y llena también de tiendas y de puestos callejeros. En unos de ellos, muy cerca del Gran Bazar, tomé dos zumos de granada deliciosos. En época bizantina esta calle se denominó Makros Embolos (El Pórtico Largo). Unía la calle principal de Constantinopla, la Mese, con el Cuerno de Oro. Comenzaba en el Tetrapilon, un arco cuádruple, y discurría de sur a norte hasta llegar a una de las puertas de las Murallas del Cuerno de Oro, la antigua Puerta de San Juan de Cornibus (Zindan Kapısı para los turcos). A diferencia de ahora, que es una calle como cualquier otra, Makros Embolos era una larga calle porticada, con columnas. Se sabe que, aparte de calle comercial, se utilizaba como lugar de paso para procesiones religiosas.

Anduve por la calle Uzun Çarşı hasta llegar a la calle Ağızlıkçı Sokağı, a la izquierda, y, una vezallí, por la calle Prof. Dr. Cemil Birsel Caddesi. A mitad de esta última, hay unas escaleras de colores. Por todo Estambul hay escaleras como éstas. Todo ello se debe a las originales, las llamadas Fındıklı Renkli Merdivenleri, las Escaleras de Colores de Fındıklı, del pintor Hüseyin Çetinel, que son un icono de las redes sociales y un símbolo de apertura y libertad frente al autoritarismo de los gobernantes turcos. Su historia, aunque reciente, está llena de acontecimientos. Tras pintarlas en 2013, Hüseyin Çetinel fue acusado de ser un activista político y el ayuntamiento de la ciudad sobrepintó las escaleras de gris. Pero la gente, a través de las redes sociales, se solidarizó con el pintor y empezó a pintar escaleras de colores por toda la ciudad. Finalmente, el gobierno tuvo que aceptar su derrota, y el trabajo de Çetinel fue rehecho.

Finalmente, retomé otra vez la calle Uzun Çarşı y me dirigí a la Mezquita de Rüstem Paşa, un remanso de paz en medio de un laberinto de callejuelas llenas a rebosar de tiendas, puestos callejeros y gente.

MEZQUITA DE BEYAZIT II

Desde la primera vez que estuve en Estambul, en diciembre de 2012, siempre había querido entrar en la Mezquita de Beyazıt, pero siempre estaba en obras. Finalmente, en diciembre de 2022 la encontré terminada y abierta.

Está situada en la Plaza Beyazıt, al lado del Gran Bazar y enfrente de la puerta principal de la Universidad de Estambul. Es muy fácil llegar porqué la línea T1 del tranvía para casi delante.

Fue mandada construir por el sultán Beyazıt II (el hijo y sucesor de Mehmet II, el conquistador de Constantinopla) a comienzos del siglo XVI. Tiene forma de cruz griega. Se la considera la segunda mezquita más antigua de la ciudad y la más antigua de todas las mezquitas imperiales. Sólo por ello vale la pena visitarla.

Se entra por el patio de las abluciones, para mí uno de los más bonitos de Estambul. Hay cuatro líneas de arcos rodeando el patio, con maravillosas columnas de mármol, pórfido y granito. Las arcadas están cubiertas de cupulitas y la fuente de abluciones, el şadırvan, está en consonancia con el conjunto. 

Por dentro es evidente la influencia de Santa Sofia. Tiene una gran cúpula en el centro con muchas ventanas en la base, todo ello apoyado en dos semicúpulas. La decoración es sencilla y predomina el blanco de las paredes. Hay una gran alfombra roja en el suelo. No es una obra maestra, como Santa Sofia y otras, pero es muy interesante, tiene mucha luz y es un espacio de enorme tranquilidad en medio del frenesí de los alrededores. De hecho, cuando llegué, alrededor de las 8:30 de la mañana del día 24 de diciembre, no había prácticamente nadie más que yo.

Muy cerca de esta mezquita, en el lado oeste de la Plaza Beyazıt, se encuentra la Medrese de Beyazıt, que pertenece al conjunto de la Mezquita. Las medreses eran escuelas de estudios superiores musulmanas que solían estar en el patio de abluciones o en algún edificio contiguo, como es aquí el caso. Este edificio alberga el Museo de Caligrafía Turca. Actualmente está en restauración. 



SAHAFLAR ÇARŞISI (MERCADO DE LIBROS DE SEGUNDA MANO)

Descubrí el Mercado de los Libros de Segunda Mano, llamado en turco Sahaflar Çarşısı, la mañana del 26 de diciembre de 2017. Siempre me han gustado los libros pero, en este caso, además de los libros, el lugar es muy agradable, tranquilo y acogedor. Hay gatos merodeando tranquilamente y durmiendo junto a los libros o incluso en las librerías. Es un remanso de paz en medio de la vorágine de Estambul. Volví a este mercado de libros el 10 de marzo de 2020, justo antes de regresar a España, también por la mañana. Si no fuera porque mi agenda de visitas es siempre muy apretada, me encantaría permanecer ahí ratos y ratos.

Sahaflar Çarşısı se encuentra situado entre el Gran Bazar y la Mezquita de Beyazıt. Consiste en una calle estrecha que desemboca en una plaza, todo ello rodeado de tiendas llenas de libros apilados fuera y dentro. En el centro de la plaza hay varios árboles y un busto de İbrâhim Müteferrika, el fundador de la primera imprenta de Turquía en el siglo XVIII. El mercado tiene dos entradas principales, una por la calle Çadırcılar y la otra por el lado de la plaza. La primera está enfrente de una de las entradas al Gran Bazar; la segunda conduce a la Plaza Beyazıt y a la Universidad de Estambul. También hay dos bonitas fuentes blancas en un extremo y otro del mercado.

En lo que es hoy el Sahaflar Çarşısı, hubo ya, al parecer, un mercado de libros en tiempos bizantinos. Tras la conquista turca, fue llamado Hakkâklar Çarşısı, que quiere decir Mercado de los Grabadores, en referencia a artesanos del metal que tenían allí su sede. Aparte de grabar el metal, también se confeccionaba aquí el fez, el sombrero típico en Turquía durante buena parte del siglo XIX y principios del XX. 

Hasta finales del siglo XIX, el Mercado de Libros se encontraba dentro del Gran Bazar. Hay testimonios de siglos anteriores de que había unos 50 puestos de venta de libros en la zona cercana al İç Bedesten, en la parte sur del Gran Bazar. Poco a poco, entre finales del siglo XIX y mitad del XX, los libreros se fueron marchando a otros lugares. Los vendedores de libros antiguos y de segunda mano se establecieron predominantemente en el actual emplazamiento, al lado de la calle Çadırcılar, en el Mercado de los Grabadores (Hakkâklar Çarşısı). A la vez, muchos gremios que estaban instalados aquí se mudaron de zona. Finalmente, tras el incendio de 1950, el ayuntamiento decidió que este lugar fuera dedicado exclusivamente a la venta de libros de segunda mano. Por eso pasó a llamarse Sahaflar Çarşısı, el Mercado de Libros de Segunda Mano.



HOTEL SULTANAHMET FOUR SEASONS Y RUINAS DEL GRAN PALACIO BAJO EL PALATIUM CAFÉ

El Hotel Sultanahmet Four Seasons está a mitad de camino entre Santa Sofía y la Mezquita Azul, a unos pocos minutos andando de las dos, en una calle que baja desde el Hamam Ayasofia Hürrem Sultan llamada Tevkifhane Sokağı.

El edificio fue construido entre 1918 y 1919 para albergar la Cárcel de Sultanahmet. Es de estilo Neoclásico Turco (también llamado Renacimiento Arquitectónico Nacional o Primer Movimiento Arquitectónico Nacional)el estilo más popular en Turquía durante el periodo comprendido entre 1908 y 1930. Allí fueron encarcelados muchos intelectuales y disidentes políticos turcos. Fue cerrada en 1969, pero sería abierta más adelante como prisión militar hasta su clausura definitiva en 1986. Durante varios años estuvo abandonada hasta que, en 1992, fue convertida en un hotel de lujo, el actual Hotel Sultanahmet Four Seasons.

Estuve allí el 6 de marzo de 2020, a primera hora de la tarde.

Mi objetivo fundamental al visitarlo era subir a la azotea y poder contemplar desde allí las maravillosas vistas de Santa Sofia y de la Mezquita Azul. Pero no pudo ser. Ese día había bastante viento y la dirección del hotel había tomado la decisión de cerrar la azotea. No obstante, en recepción me permitieron entrar en el hotel, disfrutar de sus salas y de la luz que entraba por sus grandes ventanales, deambular por los largos y amplios pasillos y, sobre todo, salir al patio interior, antiguo patio de la cárcel con sus torres de vigía. En este último hay plantas y flores de todo tipo, y un precioso velador para refugiarse del calor. Todo en este hotel es exquisito; se cuidan hasta los menores detalles. Y el personal es extraordinariamente amable.

Salí del hotel y anduve un minuto hacia la izquierda hasta llegar a la calle de abajo, Kutlugün Sokağı. Allí se encuentra un bonito café llamado Palatium Café. Por lo que he leído, antes de convertirse en café-restaurante, había en el mismo emplazamiento una famosa tienda de alfombras pertenecientes a la Familia Başdoğan.  Esta familia financió y promovió la excavación de las ruinas que aparecieron bajo su tienda. Actualmente se pueden visitar gratuitamente. 

Se da la vuelta al café y allí hay unas escaleras que descienden unos cuantos metros. Bajé estas escaleras y encontré varias salas abovedadas y separadas por arcos, todo ello en piedra y ladrillo. La iluminación es buena y el lugar está bien cuidado. No había nadie más que yo. Hay información en inglés en la que se explica que las ruinas corresponden al Gran Palacio Imperial de Constantinopla, que la Familia Başdoğan quitó montañas de escombros hasta poder dejar el lugar en las condiciones en que está ahora, y que el History Channel filmó aquí parte de un programa dedicado al Estambul subterráneo. 

En tiempos bizantinos, bajo lo que es hoy el Hotel Sultanahmet Four Seasons, estuvo situada la Puerta de Chalke, la entrada principal al Gran Palacio Imperial.  Además, debajo del hotel,  del Palatium Café y de varios edificios de la zona, estaría probablemente el recinto del Senado, la Magnaura, un edificio de carácter ceremonial en cuya Sala del Trono el emperador recibía a embajadores y a mandatarios extranjeros. 

Quedan varios testimonios de viajeros medievales que describieron la experiencia única de ser invitados a las legendarias recepciones en la Sala del Trono del Palacio de Magnaura. Todo el ceremonial tenía como objeto dejar claro a todos los asistentes que estaban en presencia del representante de Dios en la Tierra, el Igual de los Apóstoles. Todo era pompa y boato. Se cuidaba hasta el más mínimo detalle. El emperador vestía deslumbrantes vestiduras bordadas en oro y plata, llevaba sobre su cabeza una corona con numerosas y valiosas piedras preciosas engarzadas, y mostraba y hacía uso de todos sus atributos imperiales; además recibía a sus invitados sentado en un trono que subía y bajaba, había alrededor de él arboles, pájaros piando y leones rugientes, todo ello artilugios mecánicos que daban la impresión de ser árboles, pájaros y leones auténticos. Y el efecto era generalmente el deseado, porque nadie en aquellos tiempos había contemplado nada igual.

Por supuesto, hace siglos que todo esto desapareció. Sin embargo, quedan ruinas, como las de  debajo del Palatium Café, y también ruinas y subestructuras que han sido excavadas en algún momento en el solar del actual Hotel Sultanahmet Four Seasons. Por desgracia, en este último, desde hace años las excavaciones están totalmente paralizadas, lo cual ha llevado a problemas entre el hotel, el Museo Arqueológico, el Ayuntamiento de Estambul y la compañía constructora. La realidad, hoy en día, es que ni hay excavaciones, ni el público puede acceder a ellas. 

Volví al hotel al día siguiente, el sábado 7 de marzo, al final de la tarde, ya de noche, porque me habían comentado allí que algunos sábados por la noche había músicos que cantaban y tocaban música típica turca. La realidad fue que había poca gente y nadie tocaba nada. Pregunté y me dijeron que quizás hubiera algo más tarde. Permanecí un rato pero decidí que era ya algo tarde y me marché.

En diciembre de 2022 regresé al Hotel Sultanahmet Four Seasons pero, una vez más, fue imposible ver las vistas de Santa Sofia desde la azotea.

 

Recreaciones virtuales de:

PALACIO DE BEYLERBEYİ

Los dos grandes palacios de Estambul son, sin duda alguna, el Palacio Topkapı, primero, y el Palacio Dolmabahçe, después. Son totalmente diferentes el uno del otro. Topkapı es más antiguo, más oriental, con más historia. Dolmabahçe es más europeo y moderno. Pero los dos tienen en común que son espectaculares. 

Para mí, después de éstos dos estaría el Palacio de Beylerbeyi, en la orilla asiática del Bósforo y al norte de Üsküdar. 

El 27 de diciembre de 2017, por la tarde, después de comer un delicioso pilav en un pequeño restaurante de Üsküdar, fui a la parada de autobuses que hay en el puerto. Allí, tras esperar muy poco, cogí un autobús rumbo a Beylerbeyi; era uno de los autobuses 15 (el 15, 15A, 15C, 15E, 15H u otro 15, no recuerdo, porque todos llevan a Beylerbeyi). Durante parte del recorrido, pude contemplar el Bósforo a través de las casas y de los chalets en primera línea del mar. Hay 6 paradas y en unos 10 minutos llegué a Beylerbeyi Palacela parada más cercana al palacio. 

El Palacio de Beylerbeyi está situado a unos 100 o 200 metros de la parada, junto al mar y casi debajo del enorme Puente del Bósforo. 

Saqué el billete en la taquilla de la entrada. Me dijeron que tendría que esperar un poco hasta que salieran los visitantes que estaban en ese momento recorriendo el palacio.

Parte del edificio estaba en obras, por lo que había bastantes lonas y andamios, especialmente por la parte norte y oeste (la que mira al mar). Aun así, se podía ver muy bien el exterior: las escaleras ovaladas de mármol que conducen a las puertas, los leones de piedra que guardan cada una de ellas, las columnas de estilo corintio en los dos pisos, los grandes ventanales, etc. Me recordaba bastante al Palacio de Dolmabahçe, aunque considerablemente más pequeño.

Los jardines están muy bien cuidados, al menos la zona que se podía ver cuando estuve. Hay  césped, varios tipos de árboles y un estanque con una fuente. Junto al Bósforo hay puertas enrejadas al estilo Dolmabahçe y un pequeño pabellón de piedra o mármol en forma de tienda de campaña muy abigarrado, que supongo servía de mirador. Las farolas son todas muy bonitas también. 

Recorrí los jardines e hice fotos de todo el conjunto, de las maravillosas vistas del Bósforo y de la orilla europea.

Poco después salieron los visitantes por la puerta sur y entonces los encargados nos llamaron a todos los que estábamos esperando en el jardín. Fuimos entrando uno a uno. Nos tuvimos que poner unas calzas de plástico para no manchar ni estropear el suelo. Los hombres que estaban en la puerta nos advirtieron que no se podía hacer fotos dentro. Cuando ya estábamos todos, nos dejaron entrar.

El interior es tan elaborado y recargado como el interior del Palacio Dolmabahçe. Se puede vistar el Haremlik (la zona privada del sultán) y el Selamlık (la zona pública).Posee incontables objetos de valor incalculable: muebles, alfombras, jarrones de porcelana, relojes, arañas, etc. La escalera principal es espectacular, con barandillas rojas y el resto en colores muy vivos y alegres. Las salas son verdaderamente regias, con columnas de diferentes tipos y estilos. Todo el palacio es una mezcla de arte otomano clásico con barroco, rococó, renacimiento y neoclásico, una mezcla de arte oriental y occidental.

Hay dos salas especialmente suntuosas, el Pabellón Amarillo y el Pabellón de Mármol. Este último, aparte de las columnas, la decoración y el maravilloso techo, destaca porque tiene una fuente y un estanque en medio de la sala.

Beylerbeyi fue construido a mitad del siglo XIX por el sultán Abdülaziz como residencia de verano. También fue utilizado para alojar a jefes de Estado y a grandes personalidades, por ejemplo, el Emperador Francisco José de Austria-Hungría, el kaiser alemán Guillermo II y la emperatriz de Francia Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III.  El sultán depuesto Abdulhamid II fue confinado en Beylerbeyi hasta su muerte. Más adelante, Eduardo VIII y su esposa Wallis Simpson también se alojarían aquí.

Tras volver a pasearme brevemente por el jardín, salí del palacio, cogí un autobús y regresé al puerto de Üsküdar.


Página Oficial del Palacio de Beylerbeyi (en inglés)


CEMENTERIO Y MAUSOLEOS DE MAHMUT II, ABDÜLAZİZ Y ABDÜLHAMİT II

 La calle Divan Yolu, probablemente la calle histórica más importante de Estambul, ofrece muchas sorpresas al visitante. Una de ellas es un cementerio del siglo XIX que contiene un mausoleo con los féretros de tres sultanes de la época: Mahmud II (1785– 1839), Abdülaziz (1830-1876) y Abdülhamid II (1842-1918).

Es muy fácil de encontrar porque está situado en el nº 15 de la calle, en la misma acera y muy cerca de la antigua Columna de Constantino o Çemberlitaş, enfrente de la antigua Biblioteca Köprülü, entre las paradas del tranvía T1 Çemberlitaş y Sultanahmet.

Hay unos grandes arcos blancos, a la entrada, que dan paso al cementerio. En él están enterrados unos cuantos parientes de los tres sultanes y también dignatarios de entonces. Se parece a los cementerios cristianos pero, en lugar de cruces, hay pilones con texto en caligrafía árabe, alifato, que fue el alfabeto que se utilizó en Turquía hasta que el Presidente Kemal Atatürk introdujo el alfabeto latino en 1928. Y sobre estos pilones de piedra o pequeños obeliscos, a veces hay esculpidos turbantes para los hombres y flores para las mujeres.

Al fondo del cementerio hay un café.

He estado allí varias veces deambulando por entre las tumbas pero sólo en marzo de 2020 pude entrar en el mausoleo. Para llegar a este último, una vez se ha entrado al cementerio se tuerce a la izquierda. El mausoleo está al final. Es un edificio blanco por fuera y octogonal, con cúpula. Antes de entrar, hay que quitarse los zapatos (y las mujeres ponerse velo), al igual que en todos los edificios religiosos musulmanes. 

Dentro se pueden ver los grandes catafalcos de los sultanes y de sus mujeres e hijos. La sala y la decoración están influenciados por el estilo neoclásico francés de la época de Napoleón, muy popular en las primeras décadas del siglo XIX; tiene, sin embargo, un cierto toque pomposo y oriental.


MEZQUITA DE ÇAMLICA *

En mi viaje a Estambul en diciembre de 2018, mirando hacia la parte asiática, me di cuenta de que había una enorme mezquita blanca en el horizonte más allá de Üsküdar

Al principio pensé que se trataba de la Mezquita Atik Valide, una obra maestra del siglo XVI construida por el gran arquitecto otomano Sinan. Sin embargo, aunque esta maravilla de Sinan está situada en lo alto de una colina detrás de Üsküdar, esa no era su ubicación. Además no es tan grande ni tan blanca como para que se pueda ver por todos los sitios. Con lo cual concluí que, o no me había dado cuenta anteriormente de ella, o era nueva.

Al regresar a España me informé de que se trataba de la nueva Mezquita de Çamlıca, comenzada a construir en 2013 y terminada en 2019, la más grande de Turquía, la única en el mundo con seis minaretes junto con la Mezquita Azul en Estambul y las grandes mezquitas de La Meca y Medina. Este proyecto faraónico lo realizaron dos arquitectas turcas y tuvo bastante polémica.

Se encuentra en la colina de ÇamlıcaÇam en turco quiere decir "pino" porque esta zona era un enorme pinar hasta que el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan decidió construir aquí su mezquita y acabar con el pinar. Hubo muchas protestas pero las obras siguieron adelante y también la tala de buena parte del bosque de pinos.

En marzo de 2020 fui de Üsküdar al cementerio de Karacaahmet donde visité una joya de la arquitectura turca de la última década: la Mezquita Şakirin. Muy cerca de aquí hay una parada de autobús en la que esperé a que llegara el 14F; tiene una frecuencia de 15 minutos más o menos. Llegó enseguida y, después de unos 20-30 minutos, bajé en Ferah Mahallesi, a unos cinco minutos andando de la Mezquita de Çamlıca. Hubo que subir el último tramo de la colina y además cruzar la carretera, pero valió la pena porque así pude ver, poco a poco, cómo iba apareciendo todo el complejo. De todas formas, la próxima vez que vaya, pararé en la siguiente porque deja justo enfrente, al otro lado de la carretera.

El edificio es inmenso, con mucho mármol blanco y otros materiales caros, y está claro que ha costado una fortuna. 


Aunque moderna en apariencia es muy conservadora arquitectónicamente. Es evidente que se quiso primar el tamaño y el lujo sobre la auténtica creatividad. Es una mezquita del siglo XXI en sus dimensiones pero, salvo por eso, podría haber sido construida en el siglo XVI a la vez que cualquier otra de las mezquitas clásicas. Es indudablemente muy bonita, porque está construida y decorada con muy buen gusto, y deja con la boca abierta por su tamaño y su situación, pero no tiene ni la belleza, ni el encanto de las grandes mezquitas de Estambul. Recuerda a la Mezquita de Süleyman, a la de Fatih, a la de Sultanahmet y a otras, pero es como una mezcla sin personalidad de todas ellas. 

Aparte de la mezquita en sí, el conjunto incluye un museo, una galería de arte, una biblioteca, una sala de conferencias y un aparcamiento.

El día que la visité era fresco pero muy soleado. Había muchísima gente por todos los sitios; pero es tan grande y tiene tantos espacios abiertos que casi no se notaba.

Posiblemente, aparte del edificio, lo más impresionante del lugar son las espectaculares vistas de Estambul desde allí. Sólamente por esto vale la pena la visita.


Volver a Üsküdar es muy sencillo. Se cruza la carretera y allí hay una parada con muchos autobuses. Casi todos llevan a la zona del Puerto de Üsküdar y a la Estación de Marmaray en unos 25-30 minutos.

VEZİR HANI

Hasta el siglo XIX, los comerciantes y mercaderes que viajaban por Oriente Medio se alojaban en unos sólidos edificios de piedra o de piedra y ladrillo llamados han o caravanseraySe construyeron cientos de ellos a lo largo de la Ruta de la Seda.  Allí se daba alojamiento y comida; además, los que se quedaban allí podían guardar todas sus mercancías, relacionarse entre ellos, hacer negocios, informarse acerca de otras costumbres, de otros países, de acontecimientos ocurridos en otros lugares, de nuevas ideas, filosofías, religiones, etc. 

Como Estambul fue durante siglos uno de los grandes centros comerciales del mundo, durante la época otomana se construyeron muchos hans, especialmente en el área comercial entre el Gran Bazar y el Cuerno de Oro. Todavía hoy quedan unos cuantos, aunque ya no tienen la función para la que fueron creados y suelen estar bastante viejos y deteriorados. Actualmente se pueden encontrar allí pequeños comercios, tiendas de reparación de cualquier cosa, almacenes de ciertos productos, etc. 

Uno de los más conocidos es Vezir Hanı, un edificio construido en el siglo XVII por una de las familias más importantes y poderosas de toda la historia del Imperio Otomano, los Köprülü. Se encuentra en la misma plaza donde se yergue la Columna de Constantino, Çemberlitaş, y en la misma acera del famoso Hamam Çemberlitaş.

Se entra por una majestuosa entrada con dos enormes puertas de madera. Los caravanserais se cerraban todas las noches con llave, como si de una fortaleza se tratara, ya que contenían muchas riquezas. No sé si ahora se cerrará también. 

La entrada se realiza por un pasaje con tiendas a los dos lados. Al final hay un gran patio. Poco antes de llegar a este patio hay escaleras, tanto a la derecha como a la izquierda, que conducen al piso superior. En la parte inferior del han se almacenaban las mercancías. En la parte de arriba había unos cuartos que se utilizaban de dormitorios.

El patio es muy grande y está pavimentado con piedras y guijarros. Actualmente ya no hay camellos ni caballos sino muchísimos coches aparcados y otros vehículos. Había un edificio en el centro que creo que es una pequeña mezquita. 

Subí a la planta alta. No había nada especial pero me recordaba a los claustros de los monasterios cristianos, con grandes arcos que dan al patio, un largo pasillo y, al otro lado del pasillo, las diferentes habitaciones. Desde los arcos había muy buenas vistas de todo el conjunto.

Al igual que los demás hans, necesita una buena renovación pero, a pesar de que está descuidado, a mí me pareció bastante interesante porque mantiene muy bien la estructura original.


PARQUE DE YILDIZ

El Parque de Yıldız (o de la Estrella) es el parque más grande de Estambul en su parte europea. Se encuentra muy cerca del Palacio-Hotel Çırağan. Para acceder a él desde este último, hay que cruzar la Avenida Çırağan y, al otro lado, se entra en una pequeña calle con una mezquita en el lado derecho (la mezquita Küçük Mecidiye) y una comisaría de policía en el lado izquierdo. 

El parque empieza a partir de un gran arco pintado de amarillo claro al final de la calle. Desde allí hay un sendero muy largo que cruza todo el parque de sur a norte hasta la cumbre de la colina, en la que se sitúa el Museo del Palacio de Yıldız. Por desgracia, en diciembre de 2018, cuando lo alcancé después de caminar un buen rato hacia arriba, tod0 el conjunto museo-palacio (apartamentos imperiales, harem, teatro imperial, pabellón de Şale y otros edificios más) estaba cerrado por obras.

Todo lo que está fuera del recinto del palacio-museo sí que se puede ver. Yendo desde aquí hacia el este se puede ver el Pabellón de Malta, un palacete de dos pisos con columnas corintias y muros pintados en colores pastel, que se utiliza como restaurante de lujo. Las vistas del Bósforo desde allí son extraordinarias. Pude incluso vislumbrar a lo lejos una de las islas del Mar de Mármara.

Descendiendo del Palacio-Museo hacia el sur hay otro palacete, el Pabellón de Çadır, que fue utilizado como prisión durante el siglo XIX pero que ahora alberga un restaurante y un café. Junto al edificio hay un gran lago artificial con una fuente en el centro. Dentro del lago hay una gran colonia de patos.

Es un parque muy frondoso con muchos tipos de árboles, plantas y flores, muchos senderos, fuentes, lagos artificiales, riachuelos, puentecillos de madera y pequeños palacetes. Todo ello, jardines y edificios incluidos, se convirtieron en sede del poder imperial otomano durante el reinado del sultán Abdülhamid II, que reinó de 1876 a 1909. Parece ser que el sultán tenía miedo a un ataque por mar a su Palacio de Dolmabahçe, junto al Bósforo, y decidió construir otro, el de Yıldız, en la colina, de forma que así se sintiera más seguro. Los gastos fueron astronómicos para un país en franca decadencia y con enormes bolsas de pobreza y una gran deuda exterior, lo cual contribuyó al desprestigio del monarca y a su posterior destitución.

Salir del parque me resultó un poco difícil porque creo que solo hay una entrada por el sur y otra por la zona norte del Palacio-Museo. Cogía un sendero y no me llevaba a ningún sitio, y así uno tras otro. Sin embargo, el hecho de perderme un poco, me dio la oportunidad de poder deleitarme con maravillosas vistas del Bósforo y de la parte asiática. Finalmente decidí volver al sendero principal y desde allí llegué otra vez al arco de entrada por el que había comenzado mi visita hora y media antes.

FUENTE DE TOPHANE

La Tophane Çesmesi se encuentra en el barrio de Tophane, en el centro de la Plaza del mismo nombre. A un lado de ella está situada la Mezquita de Kılıç Ali Paşa y, enfrente, el edificio de Tophane, la antigua fábrica de cañones convertida en Centro Cultural y de las Artes Tophane-i Amire.

Es una de las fuentes más famosas y la tercera más grande de Estambul. Es de mármol y fue construida en estilo barroco en el siglo XVIII por el sultán Mahmut I, y pintada por innumerables pintores desde entonces. 

Está muy decorada con todo tipo de nichos, pequeños arcos y arabescos, y tiene una cupulita y un tejadillo o porche muy ancho. Su última restauración data de 2008, por lo que aparenta haber sido construida recientemente.

La he visto de día y también de noche, y siempre me ha parecido la más bonita de la ciudad.

MURALLAS DE GALATA

En la parte norte del Cuerno de Oro, casi en el punto donde se junta con el Estrecho del Bósforo, se encuentra Galata (o Karaköy), el antiguo barrio que fue colonia genovesa en los últimos siglos del Imperio Bizantino. 

Entre el Puente de Galata y el Puente de Atatürk hay actualmente otro puente muy moderno en medio del cual pasa y para la línea de metro M2. La parada se llama Haliç. A cada lado del metro el puente es peatonal, con unas vistas impresionantes de la ciudad. Tras parar en Haliç, se sale a un parque en el que se pueden ver restos de las Murallas de Galata. No queda mucho, ni allí, ni en ninguna otra parte del barrio (a excepción de la Torre de Galata que está prácticamente intacta) pero uno se puede hacer todavía una idea de cómo debieron ser las imponentes defensas por la parte interior. Visité estos pequeños restos la mañana del 23 de diciembre de 2018.

Después de la conquista de Constantinopla por los Cruzados en 1204, los genoveses se establecieron en Galata, al otro lado del Cuerno de Oro. Tras la reconquista bizantina de la ciudad en 1261, los genoveses apoyaron a los bizantinos, lo cual les valió un trato preferente y el derecho a permanecer allí. De 1303 a 1352 construyeron unas murallas de unos dos  metros de ancho que defendían toda el perímetro de su colonia, desde el Cuerno de Oro hasta el Bósforo, todo ello rodeado de un foso.

Tras la conquista turca de Constantinopla, los turcos respetaron Galata porque se había mantenido neutral. Aun así, el sultán mandó demoler algunas partes de las murallas y ocupar la Torre de Galata. Finalmente, durante la segunda mitad del siglo XIX, las Murallas de Galata fueron demolidas casi en su totalidad.

CISTERNA DE TEODOSIO (SEREFİYE SARNICI) *

La Cisterna de Teodosio, más tarde llamada Serefiye Sarnıcı por los turcos, es una de las muchas cisternas construidas por los emperadores bizantinos para depositar el agua que llegaba a Constantinopla a través del Acueducto de Valente. Parece ser que la mandó levantar Teodosio II o su hermana, la emperatriz Pulqueria, entre 428-443, lo cual convierte a este lugar en uno de los edificios más antiguos de Estambul, unos 100 años antes que la impresionante Cisterna Basilica de Justiniano. Sin duda alguna suministraba agua al Foro de Constantino, a la fuente llamada Nymphaeum y, junto con otras cisternas, probablemente también a los Baños de Zeuxippo y al Gran Palacio.

En diciembre de 2017 descubrí su emplazamiento en la calle Piyer Loti Caddesi nº 23, pero no conseguí entrar porque estaba cerrada. Pregunté en un hotel enfrente si había alguna manera de acceder al lugar pero me informaron que estaba en restauración desde 2010 y que abriría sus puertas en unos meses.

En diciembre de 2018 volví otra vez y esta vez ya estaba abierta. Se encuentra en el centro de una pequeña plaza muy agradable, debajo de un enorme cubo de cristal y metal bastante feo, construido a propósito para albergar la cisterna. Se baja por unas escaleras pero hay también ascensor.

No es tan grande como la Cisterna de Binbirdirek, ni mucho menos como la Cisterna Basilica, pero, aun así, ocupa un área de 1125 metros cuadrados. El techo está dividido en pequeñas cupulitas de ladrillo, sostenidas por 32 columnas de mármol blanco de unos 9 metros de altura cada una, en cuatro filas de ocho columnas cada una. Todos los capiteles son de estilo corintio. En el fondo hay agua pero se puede visitar caminando por una pasarela.

Se utiliza principalmente como sala de exposiciones. En diciembre de 2018 había una exposición del artista turco Süleyman Saim Tekcan titulada Atlar, Hatlar ve Süleymannâme, compuesta de grabados y esculturas de caballos con caligrafía otomana. En marzo de 2020 estuve otra vez y esta vez se exponía un reportaje fotográfico muy interesante. 

Está abierta todos los días de 9 am a 7 pm.

Las dos veces que la visité la entrada era gratuita. En cambio, ahora hay que comprar billete; si se es extranjero se paga bastante más que si se es ciudadano turco.

COLINA DE ÇAMLICA *

Tanto en la parte europea como en la parte asiática de Estambul hay muchas colinas que bajan suavemente hacia el Bósforo.

En la parte asiática de la ciudad, a unos pocos kilómetros del puerto de Üsküdar, se encuentra la colina más alta del Gran Estambul, Çamlıca, que quiere decir, más o menos, la zona de los pinares. Está a 268 metros de altura sobre el nivel del mar.  

Lo más fácil para llegar allí es coger el metro línea M5 en el puerto de Üsküdar, en la estación Marmaray Üsküdar, y bajar en la parada de Kısıklı desde donde hay que andar un rato o bien coger un taxi hasta la cumbre. Es posible también llegar a Kısıklı en autobús (hay muchos autobuses: 9ÜD, 11A, 11L, 11M, 11Y, 11ÜS, 12ÜS, 320) pero tardan más que el metro y son menos cómodos. La línea M5 es muy moderna y cómoda.

Subí a Çamlıca de 27 diciembre de 2017. En lugar de hacerlo desde Üsküdar lo hice desde la Mezquita Şakirin, que está nada más entrar al Cementerio de Karacaahmet. Desde la parada de Zeynep Kamil, al lado del cementerio, se puede ir en los autobuses 11P, 12A, 13, 13B, 14, 14F, 14K, 14R, 14Y.

Cogí el autobús 12A. Bajé en la parada de Fıstıkağacı y anduve unos 100 metros hasta el metro, línea M5, estación Fıstıkağacı. De allí hasta Kısıklı cuesta menos de 10 minutos. También se puede parar en Bağlarbaşı, coger el metro a unos 100 metros y parar en Kısıklı. 

De Kısıklı anduve un rato cuesta arriba hasta alcanzar la cumbre. Me llevó entre 20-30 minutos pero gente más deportista lo podría hacer seguramente en unos 15 minutos. Tras salir del metro se cruza un pequeño parque y después se gira a la izquierda por una calle llamada Kısıklı Büyük Çamlıca que pasa por lujosos chalets y casas de campo. Al cabo de un rato se llega a una encrucijada de caminos y se toma el camino de la derecha, el que sube, llamado Turistik Çamlıca Caddesi. Desde aquí la subida es más empinada. 

Al llegar, uno se da cuenta de que ha valido la pena el esfuerzo porque el mirador y las vistas panorámicas de la ciudad desde allí son verdaderamente impactantes, tanto de la parte europea como de Anatolia. Aparte de la península de la ciudad antigua con sus cúpulas y minaretes, y de los altos rascacielos de la parte europea, en un día claro se pueden también ver sin dificultad las islas del Mar del Mármara e incluso el Monte Uludağ (llamado Olimpo en tiempos greco-romanos y bizantinos) a unos 2500 metros de altura sobre el nivel del mar y a 175 kilómetros de Estambul.

Çamlıca tiene muchas zonas verdes, pinos, cosas para niños y algunos cafés y restaurantes. Además los baños están muy limpios y muy bien cuidados.

Después de un buen rato disfrutando del lugar y de las vistas, descendí a pie hasta la parada de metro de Kısıklı. En esta estación, cogí el metro, línea M5, hasta llegar al puerto de Üsküdar, a la estación de  Marmaray Üsküdar. Tarda sólo 10 minutos, y hay cuatro paradas.